Atención en salud mental a personas migrantes, refugiadas y/o solicitantes de protección internacional
La experiencia migratoria, sobre todo en condiciones de desplazamiento forzoso como es el caso de las personas refugiadas y solicitantes de protección internacional, tiene con frecuencia un gran impacto en la salud mental. Las personas en tránsito migratorio han de enfrentarse a contextos altamente estresantes antes, durante y después de su desplazamiento. Situaciones de conflicto bélico o político, violencia, limitaciones económicas o separación de sus redes sociales familiares y de apoyo, así como las condiciones de la acogida, son factores que suponen desafíos muy importantes para el bienestar psicosocial de todas las personas. Si las personas que se desplazan son especialmente vulnerables por padecer o haber padecido previamente problemas de salud mental, el impacto del desplazamiento sobre su bienestar y calidad de vida es mucho mayor.
Desde Fundación Manantial hemos puesto al servicio nuestra experiencia y conocimiento en la atención a personas con problemas graves de salud mental para mejorar la atención en este campo a personas refugiadas. Hemos diseñado y puesto en marcha programas de atención especializada para personas refugiadas y solicitantes de protección internacional con problemas de salud mental para atender necesidades de apoyo psicosocial, desarrollar su autonomía y avanzar en su inclusión social, a través de las acciones de un equipo multiprofesional especializado en atención e inclusión social y laboral con personas con trastornos mentales y en intervención psicosocial con personas refugiadas.
Desde nuestra perspectiva, trabajar para la recuperación de las personas refugiadas con problemas de salud mental, implica hacerlo desde un enfoque psicosocial. Además de intervenir para la recuperación emocional, nuestra intervención contempla mejorar su bienestar en los nuevos emplazamientos, su autonomía laboral, económica y social, su participación social y garantizar el pleno ejercicio de sus derechos sociales y de ciudadanía.
La experiencia migratoria, sobre todo en condiciones de desplazamiento forzoso como es el caso de las personas refugiadas y solicitantes de protección internacional, tiene con frecuencia un gran impacto en la salud mental. Las personas en tránsito migratorio han de enfrentarse a contextos altamente estresantes antes, durante y después de su desplazamiento. Situaciones de conflicto bélico o político, violencia, limitaciones económicas o separación de sus redes sociales familiares y de apoyo, así como las condiciones de la acogida, son factores que suponen desafíos muy importantes para el bienestar psicosocial de todas las personas. Si las personas que se desplazan son especialmente vulnerables por padecer o haber padecido previamente problemas de salud mental, el impacto del desplazamiento sobre su bienestar y calidad de vida es mucho mayor.
Desde Fundación Manantial hemos puesto al servicio nuestra experiencia y conocimiento en la atención a personas con problemas graves de salud mental para mejorar la atención en este campo a personas refugiadas. Hemos diseñado y puesto en marcha programas de atención especializada para personas refugiadas y solicitantes de protección internacional con problemas de salud mental para atender necesidades de apoyo psicosocial, desarrollar su autonomía y avanzar en su inclusión social, a través de las acciones de un equipo multiprofesional especializado en atención e inclusión social y laboral con personas con trastornos mentales y en intervención psicosocial con personas refugiadas.